Remos

El destino es una barca de remos.

A veces, nos cansamos de remar y nos tiemblan brazos y manos.
A veces, el viento empuja nuestras espaldas y avanzamos.
Muchas veces no sabemos dónde vamos.
Otras solo, aprovechando el mar en calma, navegamos.

Habrá paisajes difíciles de olvidar que construyan y enriquezcan nuestro psique, habrá aguas bravas que salpiquen.
Encontraremos anclas y motores. Tendremos que aprender a entender que en cada movimiento influyen muchos factores.

 

Y al final del paseo, el mar envidiará nuestra fuerza ante aquellas marejadas.